viernes, 24 de marzo de 2017

Práctica III: La entrevista diagnóstica

Esta práctica consistía en realizar un roleplaying en el que se mostraba una entrevista entre un trabajador social de Servicios Sociales y un usuario. Aunque habíamos preparado previamente en grupo pequeño dichas entrevistas, el profesor ha escogido a una persona de cada grupo para que el que hacía de trabajador social no tuviese la ventaja de conocer el caso.

La entrevista que preparamos nosotras fue sobre un poco distinta, ya que preparamos un caso en el que una orientadora de instituto se citaba con la madre de un alumno debido a sus reiteradas faltas de asistencia al centro. Era la siguiente:

(Llaman a la puerta y la TS se levanta a abrirle. Al entrar se saludan dándose la mano y se presentan a la vez que le invita a sentarse)

TS - Buenas Ana, no sé si sabes exactamente porque te hemos citado.
A - No, la verdad que no.
TS - Nos hemos puesto en contacto contigo para hablar sobre una serie de faltas injustificadas que ha tenido tu hija.
Ana contesta en un tono agresivo - ¡Eso es imposible! Mi hija es muy buena estudiante y va siempre a clase. Es de notables, nunca me ha traído un suspenso a casa, no me creo que pueda faltar a clase, a ver, ¿Dónde pone eso?
TS - No pongo en duda que no sea una buena estudiante, sus notas de otros años son muy buenas, pero creemos que debido a estas ausencias que le comento bajen. Por supuesto, también hemos hablado con ella, pero no hemos sacado nada en claro, ¿le ha comentado algo a usted?
A - No me ha comentado nada de eso, pero lo hablare con ella. ¡Y deje de decir mentiras sobre mi hija!
La TS saca un papel y se lo enseña – Mire, estas son las faltas de su hija (espera unos segundos en silencio mientras Ana mira con asombro el papel) ¿Sabe por qué puede ser este cambio y todas estas ausencias?
Ana, avergonzada y cabizbaja, responde en un tono mucho más suave - Bueno, en casa estamos teniendo una serie de problemas… Mi marido y yo nos estamos separando… Le veo un poco ausente
TS - ¿En estos momentos están viviendo juntos todavía?
A - No, ya no. Él se ha ido a un piso pequeño, no muy lejos de nuestra casa para seguir manteniendo el contacto con la niña. Pero trabaja muchas horas fuera de la ciudad y a penas la ve
TS- ¿Cómo cree que lo lleva Maite?
A - Yo creo que parte de ella se siente como abandonada, además muchas veces me ha dicho que se quería ir a vivir con él.
TS- Entonces entiendo que usted y su marido se encuentran en una situación complicada por la separación y usted interpreta que Maite se siente abandonada por su padre. ¿Y que relación tiene ahora mismo con usted?
A - Pues la verdad es que es un poco tirante, ella me culpa de la situación que estamos viviendo, ya que fui yo la que tomo la decisión de separarnos porque él a penas estaba en casa y cuando estaba solo era para discutir. Desde entonces, ya casi no me habla y no me cuenta nada, y cuando lo hacemos terminamos discutiendo… Yo no pensaba que esta situación le fuese a afectar tanto… (se hecha a llorar)
TS le toca el hombro y se sienta más cerca de Ana y dice - Entiendo perfectamente lo que me quiere decir, es una situación muy complicada tanto para usted como para Maite, por eso me he puesto en contacto, para evitar que esta situación vaya a más.
Ana se limpia las lágrimas con un pañuelo y, un poco más tranquila, dice -Gracias por tomarte todas estas molestias
TS vuelve a su sitio y continúa la entrevista - ¿Es posible que dentro de dos semanas tengamos una cita las tres a la hora del recreo para que Maite no pierda clase?
A - Si, por supuesto
TS busca entre su agenda - ¿El martes le haría bien?
A - Si si, perfecto, sabiéndolo con tiempo podré pedir esa hora libre en el trabajo.

Las dos se levantan y se acercan hacia la puerta

TS – Ana, ha sido un placer, no vemos el martes, si surge cualquier inconveniente me llamas
A – De acuerdo, muchas gracias.


De los aspectos a tener en cuenta durante la entrevista según Trevithick (2001) podemos ver los siguientes:

  • Empatía, ya que le dice que la entiende y muestra una respuesta afectuosa cuando Ana rompe a llorar. 
  • Intuición cuando considera que pueda tener algún problema en casa que le esté afectando a Maite en la escuela.
  • Preguntas abiertas como, “¿sabe por qué puede ser este cambio y todas estas ausencias?”, que le dan opción a la madre a responder lo que ella considere.
  • Preguntas cerradas como, “¿en estos momentos están viviendo juntos todavía?”
  • Resumir en, “Entonces entiendo que usted y su marido…”, que permiten a la profesional recapitular toda la información que está recibiendo y saber si no ha entendido algo bien.
  • Sondear, cada vez que le pregunta algo sobre el tema de las ausencias de su hija y a qué se puede deber.
  • Finalizar una entrevista adecuadamente en, “Ana, ha sido un placer, no vemos el martes…”, ya que concreta una próxima cita para que la intervención no se quede a medias y asegurarse de que Maite y Ana acudirán.



Una de las integrantes de nuestro grupo tuvo que realizar el primer roleplaying y sus sensaciones sobre la entrevista son que resulta muy complicado interactuar con un usuario del que desconoces el caso, sobre todo sin tener a penas un conocimiento sobre cómo realizar la entrevista y sin tener además ningún tipo de experiencia práctica. Los que no participamos vimos en ella que esta falta de experiencia y el desconocimiento del caso le llevaron a no saber cómo focalizar la entrevista. En cuanto a la forma de interactuar con el usuario, hubo un par de situaciones en las que habló por él, sin embargo el trato era cercano pero no invasivo y supo reaccionar en el momento en el que el usuario se echó a llorar. A nuestro parecer, esto lleva a que el usuario se sienta cómodo y abierto a hablar.

Respecto a los dos roleplayings realizados el día 23 de Marzo, el primero nos resultó cercano y correcto en todos los ámbitos de la comunicación, aunque vimos que no supo aprovechar ciertas oportunidades que la usuaria le dió para motivarla, además de que en un momento puntual el acercamiento fue indebido y forzado. En el segundo coincidimos en que nos resultó demasiado invasiva, ya que la profesional ocupaba toda la mesa, sin respetar el espacio del usuario. Además no le dejaba hablar, categorizó a la madre como victima en una primera entrevista sin que el usuario hubiese utilizado dicho término antes para referirse a ella, e hizo demasiado hincapié en el problema del padre cuando se preguntaba por la madre. Sin embargo, supo llevar muy bien la conversación y se interesó por la situación del usuario pese que él sólo hablaba de su madre. Recopiló en varias ocasiones la historia y se metió bien en el papel.

Consideramos útil esta práctica ya que todos los roleplayings nos han servido para ser conscientes de lo que hay y no hay que hacer, el hecho de que fuesen casos diferentes lo hacía más realista y, además, la actitud de la clase contribuyo de forma positiva a la dinámica. Sin embargo, echamos en falta haber observado diferentes actitudes en los usuarios, pues todos ellos tomaron una posición de tristeza y eran colaborativos, y no vimos ningún caso en el que fuesen agresivos o costase obtener la información. 

jueves, 9 de marzo de 2017

Práctica II: Yo como usuario


En esta práctica tenía varias fases:

  • La primera consistía en, de forma individual, escribir en un papel una experiencia personal con un servicio de ayuda. Para redactarla, el profesor propuso utilizar como guía las siguientes preguntas:
    1. ¿Qué me ocurrió?
    2. ¿Cómo me sentí cuando necesité ayuda?
    3. ¿Tuve temor, prejuicio, antes de acudir?
    4. Cuando me ayudaron, ¿hubo algo que molestó?
    5. ¿Cómo me gustaría que me trataran la próxima vez?
  • Una vez redactada nuestra historia, teníamos que juntar con el grupo pequeño de practicas para intercambiar las historias y escoger una para contarla a toda la clase
  • Por último,  nos sentamos todos en circulo y comenzamos a exponer las historias
La historia que nosotras elegimos fue la siguiente:

Hace unos años tuve un accidente al meter cera semifria a calentar en el microondas, que por algún motivo estaba defectuosa. Al abrir el microondas la cera empezó a volar y mi hermano y yo nos quemamos. El sufrió quemaduras de primer grado en toda la parte posterior del tronco, de las piernas y brazos, en mi caso, las quemaduras se centraron en el brazo, pero eran de segundo grado. 

Al llegar al hospital fue a mi a la que atendieron primero, algo que me molestó, ya que me sentía responsable por lo ocurrido. Cuando terminaron de curarme y vendarme el brazo atendieron a mi hermano. Este tiempo para mi fue eterno y todavía fue más duro cuando lo trajeron postrado en una silla de ruedas, con todo el cuerpo vendado, a excepción de cabeza, manos y pies. En ese momento rompí a llorar, no pude evitarlo por mucho que me avergüence hacerlo en público. Mi madre le explicó a la médica que me sentía culpable y ella me intentó tranquilizar, diciéndome que parecía más de lo que era y que sólo había sido un accidente.

La verdad es que me hizo sentir mucho mejor y no he tenido trato tan humano con otro médico.

Escogimos esta historia porque era un punto medio entre las más personales y las que menos contenido emocional tenían, aunque otros grupos si que escogieron historias con gran carga emocional. En todos los grupos, la persona que contaba la historia era también la protagonista de la misma, exceptuando el nuestro. Nos sorprendió e impactó una en concreto, ya que consideramos que ninguna de nosotras hubiera sido capaz de contar algo tan personal. Hubo bastante participación, más de la que esperábamos, creemos que debido a que escuchar historias de otros animaba a contar las propias.

Con esto sacamos en conclusión que, la atención en lo que podríamos llamar "servicios de ayuda", es muy dispar, ya que hay tanto opiniones muy negativas como muy positivas de estos servicios y no hubo nadie que se situase en un "punto medio". Por ejemplo, cuando contamos nuestra historia, se vio como punto positivo que la médico no se acercó a la madre, sino a nuestra compañera, siendo así el trato más personal y directo, ya que de normal se ignoran los sentimientos y deseos del niño, dirigiéndose directamente a los padres. 

Pese a que vemos la práctica útil ya que ayuda a empatizar con los compañeros y a ver lo que no hemos de hacer en un futuro en nuestra práctica profesional, todas nosotras nos sentimos incomodas al realizarla ya que no estamos acostumbradas a expresar nuestras emociones, y mucho menos a personas que, prácticamente, son desconocidos. Como reflexión final, nos damos cuenta de que, posiblemente, nuestros futuros usuarios se encuentren en esta misma situación a la hora de pedir ayuda, por lo que, en un futuro, podremos comprenderles mejor.




miércoles, 8 de marzo de 2017

Práctica I: Autoconocimiento e identificación de emociones


Esta practica consistía en identificar, sugestionados por la música, las tres emociones negativas básicas, es decir, la tristeza, el miedo y la rabia. Para ello, nuestras compañeras de la inteligencia musical escogieron las siguientes piezas:


La práctica consistió en escribir en un papel de forma anónima lo que sentíamos al escuchar estas canciones, para después meterlo en un sobre y, uno a uno, sacar un papel y leerlo a toda la clase. Un punto positivo en la forma de realizar esta actividad fue que se llevó a cabo en un aula en la que pudimos poner las sillas en circulo, lo que hacía que el espacio fuese más propicio para la comunicación y no daba lugar a la exclusión. Nos parece también señalable que el profesor se integrara dentro de este entorno participativo, ya que era percibido como un igual y no como una figura autoritaria.

Una de las integrantes del grupo pertenecía al equipo de la inteligencia musical, el cual, como ya hemos dicho, planificó y llevó a cabo esta actividad. El equipo en el que se hizo, estuvo integrado por 4 personas, lo cual hizo más sencilla su planificación.  Desde esta perspectiva, la actividad resultó más enriquecedora de lo que nos esperábamos, puesto que no fue solo propia de la inteligencia musical, sino también de la intrapersonal. Conectamos la música con las emociones y el resto de los alumnos contribuyeron al correcto desempeño de la actividad. La integrante de la cual estamos hablando, se sintió satisfecha al ver la conexión establecida entre los alumnos. Estos fueron capaces de verbalizar sinceramente emociones lo suficientemente íntimas como para involucrar al resto de la clase y que algunos de ellos empatizaran con otros. 

En cuanto a las emociones que surgieron al escuchar estas canciones, dentro del grupo existen opiniones dispares, pero todas coincidimos en que hubo una especie de conexión que hizo que todos, en mayor o menor grado, nos involucrásemos en la actividad. La gran mayoría consiguió, a través de las canciones, evocar esas emociones y exponer sus sentimientos a los demás, sin embargo consideramos que es muy difícil que una canción trasmita a todos lo mismo, ya que por ejemplo, todas nosotras creemos que la de miedo resultaba excesivamente invasiva.

Como aspectos a mejorar de la actividad podemos destacar el hecho de que el grupo era excesivamente grande y el ambiente no incitaba a la concentración, ya que había demasiada luz y demasiados estímulos que hacían que no te escuchases a ti mismo. Pese a esto la consideramos una práctica útil, porque es participativa, la confidencialidad causó un mayor compromiso con la misma y te da pié a conocerte mejor a ti mismo, lo cual es imprescindible para, en un futuro, poder realizar una adecuada intervención.